201504.08
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¿Qué hago con los morosos?

De forma habitual nos plantean nuestros clientes esta pregunta en el despacho. Se encuentran que ese buen cliente de toda la vida ha dejado repentinamente de pagar, o nos da largas con los pagos, o esa operación que tenía tan buena pinta, y que se vendió a crédito, ha sido un desastre y encima nos ha dejado un agujero importante con nuestro proveedor.

La siguiente pregunta que le sigue es ¿Pero me va a merecer la pena?

Evidentemente eso va a depender del importe, de cómo este documentada la deuda y el factor más importante es el TIEMPO transcurrido desde la fecha de pago. A más tiempo, más dificultad de cobro, es pura estadística. Sin embargo en nuestro despacho hemos conseguido recobrar deuda relativamente antiguas, pero que tenía factores que ayudaron a ello.

Otros elementos que tenemos en cuenta antes de comenzar el litigio es la previa búsqueda de activos del moroso y las circunstancias del mismo.

Finalmente hay que buscar el equilibrio perfecto entre los siguientes factores COSTE/BENEFICIO/RIESGO a favor del cliente, y éste es el gran elemento diferenciador de nuestro despacho profesional, evitar costes innecesarios a nuestros clientes si no hay un ratio suficiente de posible beneficio y riesgo contenido.

En momentos tan difíciles como los actuales, se hace necesaria una administración de cartera de morosos bien gestionada, en la que si finalmente se hace imposible el cobro de una deuda el empresario lo sepa y tome medidas, dejar de vender a crédito a ese cliente y contabilizar como deuda de dudoso cobro y saber que no se va a recuperar la deuda. En caso de haber posibilidades de cobro, no retrasar la toma de decisiones, ya que la situación del moroso muchas veces tiende a deteriorarse y puede que cuando reclamemos no haya bienes que respondan de la deuda.

La gestión de morosidad está sustentada en la gestión optima de: TIEMPO/COSTE/BENEFICIO/RIESGO

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